En caso de separación o divorcio, pensar cuál será la situación de los hijos derivada de este hecho, siempre es complicado por parte de los progenitores. Sea cual sea la situación, el que es evidente es que los padres quieren que si hay hijos de edad poco avanzada por el medio del asunto, que estos lo sufran de la manera menos dolorosa posible. Hay diferentes tipos de custodia, cada una con sus particularidades y características, que descubriremos a continuación.

 

Custodia monoparental 

Se trata del tipo de custodia más habitual y utilizado en España. Este tipo de custodia se caracteriza por el hecho que uno de los dos progenitores se encarga del bienestar, de la educación y de todo el que hace referencia a los hijos menores una vez se produce la separación de la pareja. El progenitor que no tiene la custodia, disfruta de los derechos de visita, comunicación y aposento respecto de los hijos. En España, predomina la custodia monoparental adjudicada a las madres por encima de los padres. El año 2018, la custodia monoparental materna se daba en un 61’6% de los casos y la custodia paterna en un 4’2%.

 

Custodia compartida

A pesar de que la custodia monoparental es la más habitual, la custodia compartida también está ganando terreno y es cada vez más solicitada. En el caso de la custodia monoparental, solo uno de los dos progenitores tiene la custodia de los hijos. Al tratarse de custodia compartida, los padres tienen por igual la misma prioridad en la hora de tomar decisiones sobre el futuro de los hijos. Los padres pueden tener un domicilio fijo y que los hijos tengan que ir cambiante de casa según el plazo de tiempo que hayan elegido los padres en consenso, o a la inversa, que se tengan que mover los progenitores. También se puede dar el caso que uno de los dos progenitores tenga que pasar más tiempo con los hijos que no el otro, ya sea por motivos como por ejemplo los de tipo laboral.

 

Custodia partida o distributiva

Se trata de uno de los tipos de custodia menos utilizados y se lo puede denominar un tipo de custodia excepcional, puesto que se suele aplicar cuando hay más de dos hijos por el medio. Uno de los hijos puede ir con uno de los progenitores y el resto con otro, quedando así los hermanos separados por los progenitores.

 

Custodia adjudicada a un tercero 

En este tipo de custodia, los padres no se encargan de los menores por causa mayor, por ejemplo, por muerte. En este caso, los parientes próximos como por ejemplo los abuelos paternos o maternos o incluso los hermanos grandes son quienes tienen derecho a encargarse de los pequeños. Si no hubiera ningún familiar capacitado para ejercer la responsabilidad, se adjudicaría la custodia del menor a alguna institución capacitada por esta situación.

 

A Pere López de Coca te asesoramos en temas de derecho familiar, como son los divorcios y las separaciones.