Estos tres conceptos a menudo se confunden a la hora de reclamar una indemnización en tu seguro del hogar. Es importante saber distinguirlos ya que, en función del tipo, puede que el seguro no lo cubra. Por esta razón queremos enseñarte cuáles son sus principales diferencias de robo, atraco y hurto:

¿Qué se entiende por Atraco?

Se origina cuando mediante el uso de intimidación y/o violencia un individuo se apropia de tus bienes personales. Un ejemplo sería el de un ladrón que, con un arma blanca, te obliga a que le des la cartera, el reloj e incluso los zapatos. En este caso, la mayoría de los seguros del hogar cubren este incidente y te indemnizan por el valor de las pérdidas económicas sufridas durante el atraco.

¿Qué se entiende por Furt?

Es un caso muy similar al anterior, pero que se produce sin que exista ningún tipo de violencia o intimidación. Esto es importante ya que, en este caso, la aseguradora considera que la víctima ha sido «negligentemente despistada» y, por tanto, es su culpa y el seguro no lo cubre. Un ejemplo sería cuando un carterista en el metro se lleva tu cartera, tu móvil o cualquier otro objeto de valor sin que te des cuenta.

¿Qué se entiende por Robatori?

Para que la sustracción de los objetos sea considerada como un robo, es necesario que se “fuercen” los objetos. El ejemplo más común es cuando los ladrones fuerzan puertas o ventanas para entrar en tu casa y robar los objetos que hay en el interior… ¡Pero cuidado! En caso de que tú abrieses la puerta al ladrón, no se consideraría robo, sino hurto. ¡Se debe vigilar!

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